- La Confesión de los pecados nos libera y nos ayuda a reconciliarnos con los demás. Por la confesión, el hombre se enfrenta sus pecados de los que se siente culpable; asume su responsabilidad y se abre de nuevo a Dios, al prójimo y a la comunión de la Iglesia o de su familiai, con el fin de hacer posible un nuevo futuro.
- Cristo instituyó el sacramento de la penitencia a favor de todos los miembreos pecadores de su Iglesia, ante todo para los que, después del Bautismo, hayan caído en el pecado grave y así hayan perdido la gracia de Dios.
- El Sacramento de la Reconciliación ofrece a los pecadores una nueva posibilidad de convertirse, una oportunidad de entrar en comunión con Dios. El perdón de los pecados cometidos después del bautismo es perdonado por un Sacramento llamado Sacramento de la CONVERSIÓN de la CONFESIÓN, de la PENITENCIA o de la RECONCILIACIÓN.
RECUERDA:
- Cuando necesites recibir el Sacramento de la Penitencia no pienses tanto en lo costoso que significa para ti acudir a EL, sino míralo desde Dios, que lo único que desea es perdonarte y que vuelvas a EL.
- NO des tantas vueltas sobre tus pecados pensando en que ya no cambiarás; acércate a Dios, abre tu corazón que EL te dará la gracia de la conversión.
- Hay dos tipos de pecados: grave o mortal y venial o leve.
- El que quiere obtener la reconciliación con Dios y con la Iglesia debe confesar al sacerdote todos sus pecados graves que aún no ha confesado.
- Los NIÑ@S deben acceder al sacramento de la penitencia antes de recibir por primera vez la SAGRADA COMUNIÓN.
- Para COMULGAR, hay que estar en estado de gracia. Esto significa estar libre de Pecado Mortal.
- El penitente debe confesar todos sus pecados mortales incluso si estos pecados son muy secretos. En la CONFESIÓN debemos ser bien sinceros y no ocultar nada.
